lunes, 9 de noviembre de 2015

Presentación de “Próspero en el laberinto. Las dos caras del barroco”

Por arriba y por abajo, lo único que vimos es que también había de haber una izquierda, una derecha y algunas dimensiones más. Pues muchas son las formulaciones en las que cabe señalar una situación con la cual algo llega, algo está y algo comienza en un punto de inflexión. Especialmente si tales “algo” no se consideran como ajenos y extraños a tal punto (de in-flexión), lucirá claro que, en definitiva, están en estar-devenir, y que por ello su modalidad es pluralmente necesaria, de diversos modos. Doblemos entonces ahora los puntos, los “algo”, las estancias, las llegadas y las salidas. Pero no indiscriminadamente. Hagámoslo atendiendo a la mismidad de cada par de puntos, de cada juego de “algos”, de cada paso en las estancias, y pongámoslo en conexión con la mismidad que podrían tener nuestros presentes con la época barroca.
Somos neo-barrocos, ¿en qué sentido?

Si ambas épocas son lugares complejos en los que el hedor a putrefacción de lo viejo-sido que (nos) llega no inunda las estancias sí pertinentes y permitientes a lo por venir, al comenzar como si fuera la primera vez, en el claro-oscuro doblemente afirmativo de la creatividad asimétrica ética, política y estética, ¿acaso no debemos por simple compromiso con nuestros días, por entera consistencia con nuestros planteamientos históricamente intelectivos, dar cuenta de una filosofía de la historia de la filosofía ya no meramente lineal, progresiva ni universalista?
“Neo-”, “post-”, “trans-” y sin embargo barrocos, ¿cómo?

Hay meandros y zig-zags laberínticos. También repliegues e hipérboles expresivas. Des-obediencia civil “de” la ley en torno a “lo político”. Lugares con al menos dos lados asimétricos en un límite-punto no excluyente, sino todo lo contrario (sin contradicciones): secretismo no plano, es decir, sin secretarios ni meros mecanismos de control y transparencia. También resurrección inmanente del cuerpo gozoso sin mortajas sobre la vida femenina plural. De nuevo, afirmación del aquí y ahora. Decisión y escucha colectiva a lo que viene de fuera, explosión de referencias semióticas y de deseo. Transfiguraciones inmanentes, vinculantes.


Y (con) este libro.




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