martes, 7 de junio de 2011

¡¡¡No nos representan!!!

Amanda Núñez , Fernando Castro, José Luís Manchón, María Luisa Pérez, Teresa Oñate (UNED) para "El Faro Crítico"


Estos días activos, cansados, festivos, alegres y, por fin, políticos, realmente políticos nos están dando mucho que pensar a todas y todos.

No sólo nos están dando qué pensar sino que están retomando posiciones de filosofía política muy interesantes que ya parecían olvidadas por los comunismos platónicos y los anarquismos clásicos que últimamente habitan en los debates punteros de lxs intelectuales. Y es que este movimiento con multiplicidad de nombres, cuya proliferación hace imposible encontrar si se llama 15-M, Toma la plaza, Democracia Real Ya, PCE, PCPE, CNT, FAI, etc.; quizá tenga todos esos nombres o ninguno. En ello encontramos lo principal de esta acción que por fin y conscientemente se denomina “sin sujeto”, “sin representación”, a favor de afirmar máximamente el acontecimiento, sin castrarlo de antemano, dejándolo bien sujeto en algún lugar de la estructura capitalista. Es un intento de ruptura con la cultura del individualismo, y una apuesta clara, por la recuperación del ámbito de lo político-comunitario. Es precisamente el espíritu lo que está consiguiendo la perseverancia en el lugar, después de la explosión inicial. Es la comunidad recientemente creada, la que nos liga, y a la que ya no queremos renunciar nunca más. La depresión no cabe en esta primavera. Sobra amor en las plazas. Las plazas se han convertido en templos donde lo sagrado sustituye, por el momento, las ansias de consumo ilimitado. Consumo, que nos configura, como miembros y cómplices de una sociedad, que se ha prostituido en el intento de garantizar su bienestar material, a través de la legitimación del despliegue global de la barbarie.

Si hacemos memoria acerca de palabras como “derecha e izquierda” o del concepto “representación”, encontramos que su origen es un hecho histórico (y por tanto transformable). Este hecho se denomina Estado Nación o Estado Burgués, también Estado Moderno. Y es que, no es baladí que la representación tuviera el origen en la discusión entre Rousseau y Spinoza con Hobbes acerca de si el Contrato Social debe ser participativo (como se dice en Rousseau y Spinoza); o una cesión de todos los poderes al Leviatán (sea cómo sea su estructura) en el caso del Hobbes, es decir, representación. Tampoco es baladí que la diferencia entre izquierda y derecha se produjera en la Revolución Francesa donde los Girondinos conservadores se situaban a la derecha y los Jacobinos revolucionarios a la izquierda…ambos en una suerte de Parlamento ya altamente representativo, continuando la tradición del despotismo ilustrado ejercido por los reyes a quienes cortaron la cabeza (paso del Leviatán desde una Monarquía a una Asamblea de élites).

Si seguimos haciendo memoria, encontramos que entre las páginas más lúcidas de El Capital de Marx ya se asocia el Estado al Capital como forma que le da legitimidad pues se basa, como muy bien indican ya algunos de los contractualistas (no Rousseau ni Spinoza) en la sustentación de la propiedad privada y en el sufragio censitario dependiendo, única y exclusivamente, de esas mismas propiedades expropiadas originalmente.

Pero no se trata de una expropiación anterior en un tiempo cronológico, sino de una expropiación que se da cada vez que debemos comprar o alquilar una casa, cada vez que no nos dejan hablar, cada vez que nos dictan qué hacer, cómo producir, cómo pensar, qué decir o qué votar.

Y, si no nos equivocamos en nuestro diagnóstico, este acontecimiento político incipiente y frágil aún, pide eso exactamente: ¡que no nos expropien más!; que las gentes no necesitamos especialistas que nos digan qué es la política y cómo debemos actuar, que no nos vendan ni nos compren, ni nos saquen bonitas fotos en la prensa del poder que sólo distorsiona lo que HAY; que ningún partido político capitalice algo que no les pertenece pues no desea ser ideología, que no nos acallen de nuevo con las mil estructuras políticas pensadas de antemano que nunca atienden a lo que hay, a la vida, a la pluralidad de gentes, de plantas, de soles que HAY.
Por ello creemos que habría que establecer no negatividades sino algunos límites a la hora de que este movimiento pueda pensar y actuar, que pueda acontecer el acontemiento y no muera sepultado en especialidades. Sólo evitar algunas malos hábitos que tienen mucho más que ver con el poder que con la potencia de cambio, alegría, vida, pensamiento y acción.

La primera de ellas es que nos acostumbremos a que la vida, lo que nos rodea, la lluvia y el sol no tienen sujetos. No son producidos por nadie que les tenga que dar impronta ni forma. Así que, ¿por qué lo va a tener la política que es el modo de relacionarnos en comunidad con otrxs y con lo otro: con el sol, con la tierra, con el agua, con las creencias, etc.? Propondríamos que evitemos lo más posible ponerle un solo nombre y un grupo de especialistas que lo canalicen de un solo modo. Lo bueno de este movimiento es que se declara sin consignas, sin ideología…y, por lo tanto, sin sujeto –ya sea éste individual o partido político–. Y, en el caso de que los haya, que se sepan tales, que se sepan reemplazables y no fundamentales ni verdaderos porque la única verdad es el acontecimiento mismo y la única responsabilidad es que no se muera asfixiado en pequeñas luchas de poder que lo quieren encerrar en las garras de algunxs, volviendo a expropiarnos lo que no era nuestro ni suyo pero nos concernía a todxs.

La segunda de ella está relacionada con la primera. Si hay sujeto, ya sea grupo de especialistas ya sea individuo que se proponga como sabio, no nos quedará otra vez nada más que la representación. Nos volverán a expropiar, ya no hablará nada a través de nosotros sino que hablaremos según los dictados de alguien. En cualquier caso los habrá…pero, volviendo a la misma prudencia anteriormente expuesta, tendremos que modular que haya los menos intermediaros posibles entre esas leyes buenas de las que habla Rousseau en el Contrato Social, leyes que provocan en las gentes la participación en su democracia, y las gentes mismas. O lo que es lo mismo, evitar de todas las formas que las leyes, a base de alejarse mucho de lo que necesitamos, se conviertan en “malas” para nosotros y despotencien la participación activa como viene sucediendo desde hace ya demasiado tiempo, de tal forma que ya nos cuesta imaginar una actividad continua en política simultaneada con nuestras vidas y problemas cotidianos.

La tercera de ellas, otro vicio al que ya estamos demasiado acostumbradxs y que siempre nos expropia, es la centralización y unidireccionalidad. Ni valen para todo lugar las mismas leyes, ni para todo tiempo, ni para toda la gente. Sería interesante probar un modelo de estructura que dejara márgenes para esta flexibilidad tan elástica como la vida misma. No se trata de adoptar la fosilidad aparentemente cambiante del Capital y sus bolsas y la variación de la deuda, sino sólo y una vez más, que nos demos cuenta de que ni nuestras vidas son nuestra propiedad privada, ni nuestras leyes, ni nuestras aguas, ni nuestrxs hijxs. Se trata de saber que es necesario el cuidado y que la democracia no es algo que se hace de una vez por todas en no se sabe qué origen de un Estado, sino que, al igual que la expropiación se da cada vez que nos callan y que nos dictan cuál es nuestro modo de habitar (nuestra ética, etología y política), la democracia deja de ser cuando no la cuidamos, la cultivamos, la hacemos ni la pensamos. Pensar la democracia como el espacio vacío, el ágora o plaza pública, el hueco de lo no dado nunca y donde todo es posible ser pensado.

La última de ellas es la ideología. La vida no tiene ideología. Desear vivir y cuidar-nos (a nosotrxs, entre nosotrxs, a favor de la democracia y en contra de la expropiación sistemática y continua). Por ello, ¿para qué encuadrar estas leyes básicas por ser primeras en un sistema u otro?, ¿por qué nos van a pensar nuestras gramáticas a pesar nuestro?, ¿por qué van a distinguir de antemano lo que es naturaleza, lo que es humano, lo que es inmigrante, lo que es autóctono, lo que es amigo, enemigo, mujer, hombre, etc?, ¿por qué no cambiarlas de mil formas como mil nombres tiene este movimiento? Éste es quizá el paso más difícil. Al igual que todos ellos es a largo plazo y, al igual que los anteriores será muy difícil y, cada vez que nos descuidemos, se nos colará la gramática hegemónica o alguna de sus colaterales. Pero, si hay sistemas que puedan hacerse cargo de su existencia, de la existencia de esas gramáticas del poder que impiden las acciones, los pensamientos, dictándoles de antemano qué hay que decir y hacer; se podrán tomar medidas creativas que acepten a los poetas dentro de la ciudad. Ya que poetas seremos todxs y cada unx y no se constituirá una comunidad como viene siendo la costumbre de las sociedades mal-acostumbradas: a base de enemigos, exclusiones o chivos expiatorios (la peor estructura de poder que ha habido nunca y que curiosamente se presenta con carta de naturaleza).
Por ello hay que cuidarse de la mera negatividad (forma ideológica con carta de naturaleza). Por supuesto debemos decir “NO”, pero es más importante los diversos “Sí” que se pueden dar. Y si este movimiento no pasa a los síes plurales, puede morir en una pequeña descarga de queja sin cambiar nada.

***

Lo queremos todo, pero también debemos estar dispuestos a darlo todo. Y es que, una acción política considerada como pertinente en un mundo agonizante huele demasiado a renuncias materiales, a dar la vuelta, a replegar las velas y dejar al enemigo que llevamos dentro, sin el rito sacrificial y lucrativo del cual se alimenta. Exorcismo en toda regla. Si no renunciamos a mantener nuestra posición privilegiada, dependiente absolutamente del sistema capitalista, pasaremos a ser conservadores y legitimadores del estado actual de las cosas, por poco que nos guste.

La satisfacción de supuestas necesidades materiales que se han convertido en aparentemente necesarias unido a la seguridad física que brinda el biopoder, nos esclaviza y a la vez, legitima un orden criminal del mundo, sin medida, que no quiere tener en cuenta las limitaciones del planeta, y que ha puesto toda la potencia creativa de la técnica al servicio de un expolio sistemático y multidimensional, donde no se aplica el mínimo principio de prudencia. No estamos ya sólo ante un escenario clásico de conflicto político, donde la lucha de clases ocupa todo el espectro ya que distintas problemáticas como la precarización de las condiciones de vida derivadas del deterioro medioambiental afectan a la totalidad de la población. La bio-aniquilación que promueve el propio avance del Capitalismo, va desplazando hacia la lucha por la supervivencia, el debate ideológico. Los últimos desastres nucleares, son un claro ejemplo.

Estos últimos años se ha entendido por dignidad, no el concepto que tenía que ver con el decoro y la urbanidad que se le acuñó durante siglos, sino al concepto con el que lo políticamente correcto lo ha imbuido, que no es otro que el de la capacidad de consumir. La capacidad de adquirir, proveer, ó poseer ha hecho que los individuos sean considerados dignos. El orgullo, que sería un paso más allá en ese periplo de la adquisición y en ese asentamiento de la dignidad como capacidad de consumo; sería lo consumido, lo ya adquirido, que además aumenta, y debe aumentar, de continuo. El orgullo de lo que se tiene (y hablo en presente), de lo consumido, adquirido, crecido y aumentado.
Si el movimiento de los Indignados es sólo una lucha por recuperar la dignidad (capacidad de consumir), seguiremos excluyendo a los marginados del tercer mundo, sobre los que levantamos el manipulado orgullo del haber consumido. Aún siendo necesario adscribirse a cualquier propuesta de las asambleas ciudadanas, sigue existiendo la preocupación por retornar a esa falsa dignidad acuñada por el capitalismo.

La sociedad capitalista, ha convertido a todas las formas de vida, en general, en medios para un lucrativo fin. En el caso del ser humano, en particular, le ha usurpado su dignidad y reventando las estructuras sociales que tradicionalmente han unido a las comunidades y pueblos, nos han dejado huérfanos. La indignación, en las sociedades capitalistas, es inherente a la propia estructura de la sociedad. Y la frustración de aquellos que se reconocen como indignados, y a la vez, esclavizados por la riqueza, se convierte en enfermedad. Abrir la posibilidad a la perduración del acontecimiento, implica por lo tanto, dejar de obturar el emerger de la verdad. El totalitarismo al que aspira el poder económico capitalista, a través de la aniquilación de diferencias y la homogeneización de territorios, culturas y mentes, solamente puede ser contestado, saltando en marcha de su acelerada y nihilista carrera hacia el sin sentido. Al tomar suelo de este mortal hacia atrás, siempre nos encontramos en las plazas, entre “nosotros”.

***

Tras estas pequeñas e imprescindibles prudencias que se pueden denominar en afirmativo: con-vivir, actuar, construir, pensar. Creemos que debemos cuidar este acontecimiento que nos atraviesa: escuchar, aprender, hacer cada unx lo que pueda; a largo y corto plazo y no dejarlo morir en la desilusión o la asfixia que es la suya y la nuestra.

Lo que negamos y contra lo que estamos es esto: contra la repetición indiferente de los políticos (como clase); contra los banqueros; contra la burocracia y la gerontocracia, contra la violencia y la globalización de la guerra permanente en forma de circulación de naturalezas, humanxs, estudiantes, divisas, etc. Contra el funcionamiento corriente del Capital como lógica de la guerra y la venganza dialéctica de la enfermedad indiferente de la historia. Lo que afirmamos es la diferencia: por un lado la alteridad, la pluralidad de las culturas y de las diferencias enlazadas por las acciones participativas, cívicas que devuelven a la democracia su lazo social y su lenguaje vivo: en acción cotidiana. Y por el otro lado, en cuanto a la alteridad constituyente de la naturaleza viva (la phýsis) y de lo sagrado indisponible, afirmamos el reconocimiento y el cuidado constante de esa alteridad; de esa diferencia límite de lo humano, sin la cual no hay el misterio de lo divino inmanente. La traducción ecologista y común de esas tesis admite plurales registros y nombres pero no puede, en ningún caso, subordinar la diferencia, la alteridad y el límite a ninguna identidad universal o abstracta, ni tampoco disimular el primado de la solidaridad con los más débiles de entre nosotros, en todos los casos. Ello incluyendo el ser del acontecer mismo de la diferencia en los lenguajes y en el silencio. En lo común compartido, en la vida de los cuerpos, y en la creatividad abierta del espacio y el tiempo –por un lado telemático y por el otro cotidiano y próximo, más cerca de la cotidianidad y las comunidades de vecinos y más cerca del acontecer de lo sagrado y el misterio en la cotidianidad participativa–.

Que nadie nos represente, que nadie hable por nosotros y que estas palabras se unan a las palabras de muchxs de nosotrxs, actuales e inactuales o transhistóricos. Aquellxs que hablamos ahora a través de este acontecimiento y aquellxs que nos llaman desde el acontecimiento filosofía, por ejemplo. Filosofía no como un dogma sino como una petición activa de dejar ser, dejar pensar, dejar crear, dejar participar y compartir, desde el cuidado crítico de la diferencia.

Seguimos y seguiremos pensando y actuando, por lo tanto, este texto, las discusiones y las recepciones quedan siempre abiertas a la participación heterogénea y común.

25 comentarios:

Anónimo dijo...

Que el sujeto-oñate -a quien solo le interesa la representación y que vive de la explotación de sus vasallos- firme este infumable panfleto es para partirse de risa (o para echarse a llorar). ¡Cómo está el patio de los farsantes!

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con este comentario (he sido alumno de la profesora Oñate y me parece una de las peores que he tenido); el sujeto-oñate -magnífica expresión- es un sujeto-oportunista. Hace poco escribía elogios a ZP y ahora pretende explotar la marca 15M. Bochornoso (¿quiénes son los pardillos que firman con ella? ¿lo hacen por ignorancia o por desvergüenza?)

Señor Niemand dijo...

El anonimato siempre es una forma confortable de soltar basura... confortable pero vil. Como seguidor de Badiou soy partidario del sujeto -dimensión necesaria de la acción- pero para llegar a algo que se le parezca es necesario ser lo suficientemente sujeto para firmar nuestras afirmaciones y arrostrar sus consecuencias. Eso, lo he aprendido con la profesora Oñate.

Andrés Martínez

PD: ¿Con lo grande que es el mundo y con el añadido de extensión que supone la Red, no teníais ningún otro sitio que ensuciar ? Seguro que sí, los hay hechos a vuestra microscópica medida... hacedlo y olvidadnos tan rápido como el mundo olvidará vuestras mezquinas existencias.

Amanda dijo...

Me parece curioso el sujeto-antitodo. La verdad es que una crítica sólo se puede basar en argumentos...y parece que sólo tenéis odio. Con el odio no se va a ningún sitio...y, la verdad, el papel de justicierx que "representa" el juicio y desenmascara "farsantes" siempre ha sido algo muy hueco si no hay pensamiento.

Os recomendamos que estudiéis y no encarnéis el lugar de "representación" de lxs que pueden denunciar todo porque no hacen nada. En el hacer está el riesgo, está la acción. La mera y banal crítica no es gran cosa, sólo repite la estructura del poder y denuncia todo lo que puede cambiar esa estructura.

Atreveros a estudiar y no perdáis tanto tiempo en los foros.

Un cordial saludo de parte de lxs productores que no nos vemos "representadxs" por vuestros apelativos porque no creemos en la Inquisición.

Amanda Núñez

Anónimo dijo...

Panfletos así, cargados de tópicos y vagedades pseudointelectuales, son los que han ayudado a el el PP, derecha neoliberal y nacionalcatólica, obtenga el poder absoluto. Sus firmantes son unos irresponsables; por lo que traslucen los comentarios anteriores no son triguo limpio. No me extrañaría, pues esto ocurre más a menudo de lo que creemos, que estén patrocinados por sitios como la FAES. La democracia representativa que tenemos es muy mejorable, pero cuando se la descalifica en su totalidad pasa lo que ha pasado; colaboracionismo con la peor cara del poder establecido es lo único que estos libelos representan.

Anónimo dijo...

Es el colmo de la desfachatez que un borrego de un rebaño, que escribe porque así se lo han ordenado, saque pecho porque él puede firmar con su nombre. Desgraciadamente otros no podemos, permanecer en el anonimato es el único modo de protegernos del poder despótico de los personajes siniestros que pululan por la universidad; para mi desgracia dependo de una beca para estudiar y no me puedo permitir ciertas cosas, tengo miedo a las represalias pues espero permanecer en la universidad bastante tiempo, grado, master, doctorado … Vamos con lo importante. ¿Es o no es cierto que la arriba firmante ha escrito exagerados elogios al presidente Zapatero o ha realizado un programa de televisión enteramente hagiográfico sobre el ministro Gabilondo? ¿Entonces, cuando estaban en el poder, sí la representaban? Bien lo ha dicho el actor Toni Cantó: cuando el barco se hunde los intelectuales de la ceja lo abandonan como ratas, y por lo que se ve algunas de estas, ahora, pretenden embarcarse en el 15M, ensuciándolo. Con el fin de que se vea un poco mejor de qué va el citado personaje tal vez unos pocos datos basten. Primero nos obligó a gastar más de noventa euros en dos libros suyos que no hay por donde cogerlos; asistí a sus clases y a la mayoría, inicialmente, nos atrajo su entusiasmo como docente, pero terminamos viendo lo que era: un modo de esconder que su discurso era, simplemente, inentendible, un jerga hueca; es cierto que unos pocos alumnos la seguían como a un líder religioso, pero cuando les preguntábamos por qué eran incapaces de explicarlo. Pude hablar con la profesora un par de veces y me di cuenta espantado que carecía de la más mínima información política, no sabía ni cuál era el sistema electoral vigente en el Estado español ni cosas así; sobre autores de teoría política, que es el campo del que provengo, su ignorancia era aún mayor. Lógicamente salí corriendo de este entorno. Como no tenía claro quién era la también firmante y respondiente Amanda le pregunté a una amiga que frecuentó ese grupo más que yo y su respuesta me aclaró muchas cosas; se encarga de buscar adeptos al rebaño, se va informando de qué puede sacarles, o sea, de en qué andan metidos que puedan fagocitar, capitalizar; menudo trabajito, estará orgullosa, seguro que duerme a pierna suelta. Les deseo suerte en sus empresas. Seguiré su consejo, me voy a estudiar que tengo un porrón de exámenes a finales de enero.

Amanda dijo...

Es impresionante la cuestión inquisitorial. Es decir, el anónimo dice que no puede poner su nombre por si tiene represalias y, sin embargo, hacia los que firmamos, no le importa en absoluto cargar odas las represalias habidas y por haber...desacreditar,insultar, etc., la pena es que, con cero razonamiento...como suele pasar.

Suele pasar que hay gente que decide no ser visto para no ser atacado...no me parece digno pero lo respeto. Pero, al menos, que aquellxs que no quieren dar la cara por nada ni nadie, que no juzguen a los que la damos para ocultar su cobardía. La damos todo el rato (incluso aunque tengamos represalias en la academia como, véase este ejemplo y ortos muchos)y la damos porque creemos en lo que hacemos y es independiente de tal o cual figura.

Así que, si soy capta-adeptos (jajaja, pobres adeptos, no son libres!!), lo haré porque en este mundito miserable de individuos anónimos, lo único que me parece potente y efectivo es tener comunidades de resistencia...y no dejare de hacerlo, y firmaré y daré la cara siempre y dormiré muuuy bien por las noches. Y dormiré tan bien porque hago lo que pienso que hay que hacer, porque nunca traiciono los principios (ni me escondo al hacerlo), porque puedo pensar y compartir, y porque el pensar ni la acción son autistas.

Los que odien y sólo deseen sobrevivir y sacarse sus propias castañas a base de quemar y pisar a lxs demás, pues que no se acerquen por estos lares, no sé qué interés hay en leer y escribir en lugares que unx no comparte.

Sí, estudia, tienes muchísimos exámenes y pasarte por aquí a hacer caquita no beneficia a nada ni a nadie, sólo a tu ego inquisitorial que estará enfadado por si le pueden suspender un examen...y eso, es muy poco para la política, para la ontología, para las comunidades, para el pensamiento, para el mundo, para cambiar las cosas, etc.

Un beso y suerte en tus exámenes. Ojalá los apruebes, seas capaz de emocionarte con un estudio y llevarlo a cabo (es decir, alcances alguna dimensión política). No tienes por qué frecuentar sitios que no deseas.

Amanda

Agustín dijo...

Creo que en cuanto al anonimato, no hay que tener miedo a las represalias políticas (o del tipo que sean) por tener opiniones o ideas diferentes (que ya veo que no distintas). El problema no creo que sean las ideas u opiniones, sino la forma de expresar la crítica a las ideas. Si ésta se expresa con educación y respeto, aunque sea contradictoria, no creo que sea merecedora de represalia, ahora bien, si existe falta de respeto hacia las personas que las promueven, entonces, claro que es posible represalias. El problema no es la Universidad, el problema es que si se continúa por el camino de la falta del respeto y educación, no sólo se tendrá represalias en la Universidad, sino que algún día la sociedad también te rechazará.

Por otro lado, creo que se entremezcla la oposición de unas ideas en las que participa una persona, con una crítica al método de una persona, lo cual, ya hace que la argumentación dada no sirva de mucho, es decir, no se hace desde la razón, se hace desde la pasión (porque el odio es pasional).

Respecto a las opiniones, pues hombre, tengo la mala costumbre de no creerme del todo lo que me dicen de las cosas y las personas, e intento comprobarlo por mi mismo. A modo de ejemplo, a mi también me dijeron que la universidad en la que iba a estudiar era bastante mala, pero como me gusta comprobarlo todo (lo que puedo y debo, claro está), pues decidí ir a ver si era verdad lo que me decían, y cual fue mi sorpresa que no sólo a día de hoy no estoy de acuerdo con lo negativo de lo que me comentaron de la universidad y sus personas, sino que hoy día estoy totalmente encantado de estas dos cosas. Así que, es mejor comprobar las cosas por uno mismo, que no basarse en las opiniones de los demás. Además, eso nos hace un poquito más libres.

Así que, pediría que al menos exista ese respeto, y que se deje la comodidad del escritorio en el que se dedica uno a estudiar únicamente, y se propongan y articulen soluciones más allá de calumniar y destruir, que en los momentos en los que nos encontramos creo que es una falta de madurez racional y una irresponsabilidad. Como bien decía Bernard Shaw:

"La libertad significa responsabilidad; por eso, la mayoría de los seres humanos le tiene tanto miedo."

Agustín

Anónimo dijo...

Tras leer los comentarios he sentido la necesidad de compartir mi opinión como alumna. Economista, socióloga y estudiante de filosofía (he estudiado un ratito), he sido alumna de Teresa Oñate y he asistido a numerosos seminarios y congresos con ella. He pasado muchas horas en compañía de Teresa, pero sin caer en idolatrías de ningún tipo.

Es cierto que no es fácil entender el lenguaje de la profesora Oñate, debido a su alto nivel de pensamiento abstracto lo que exige mucha atención y trabajo para poder percibir la profundidad y las resonancias de los conceptos que maneja.

Una vez entendido su lenguaje comienza la experiencia de la filosofía en estado puro abriendose nuevos espacios de comprensión, siendo esto algo que los estudiantes de filosofía deberíamos perseguir.

Aquel que descalifica a esta profesora descalifica también a aquellos alumnos que han trabajado y disfrutado con ella y su pensamiento.

¡Más trabajo y menos descalificaciones facilonas!!!!

sebas dijo...

He leído la entrada del blog y luego, para mi sorpresa, he leído los comentarios. He sentido un buen montante de angustia y me he preguntado a qué podía deberse. Claro, lo primero que me viene a la cabeza es que el odio es una respuesta inevitable cuando aparece el "ser" de la cosa. Siempre que se atisba la verdad aparece el odio, eso pasa mucho en los amores... ¿qué verdad es esa que trae el odio sin medida?. Alguién decía que la verdad se tenía que decir "a medias", entre líneas; sabemos que cuando en el amor "se dicen las verdades" la cosa acaba mal.
Creo que en lugar de rechazar a los "anónimos" más bien habría que intentar entender en qué consiste este odio, pero como fenómeno de estructura, o como fenómeno funcional si así os gusta más. Porque tal vez en el corazón de vuestra entrada en el blog subsista este núcleo duro que llamamos odio. No creo que lo mejor sea sentirse dañado y luchar contra los que os han atacado sino mejor pensar qué parte de vuestro articulo, de vuestra entrada de blog,es ese odio.
Dicho de otra manera más literaria: ¿qué parte de la fiera es el domador?... ¿no será que la lucha de la fiera marca la senda a la fiera? ¿no será ese odio un doble de la diferencia de sí? ¿se odia la diferencia de sí a sí?.
No creo que el odio sea algo negativo sino más bien un exceso de positividad. Creo que no habría que tomar estos comentarios "odiosos" como algo negativo, como un ataque, sino más bien como la presencia de algo en el corazón de vuestra lucha, pero la presencia de algo extraño, violento, vuelto contra sí mismo. Trataría de pensar el odio para hacerlo dinámico, positivo, parte del proceso, y no como algo negativo que ataca y destruye. Sabemos por Nietzsche, Deleuze y otros que en la destrucción, en el exceso, en el odio, está la alegría pura. También Baudelaire nos decía cosas así...
No se... a mi me ha gustado el artículo, pero también me ha gustado el odio que ha generado, seguramente el artículo es tan explosivo que acaba explotándonos en las propias manos.
El odio, la alegría de la diferencia, el exceso, incluso lo obsceno tenemos que llegar a soportarlo como el núcleo de nuestra acción, si nos dedicamos a excluirlo entonces nos habremos destruido a nosotros mismos.
Somos núcleos de odio y eso solo se puede decir a medias.
Por último, tal vez estos comentarios "odiosos" lo que hacen es restituir al relato, a la entrada del blog, algo que había quedado excluido, algo íntimo, excesivo, violento...
Sí, creo que eso le faltaba al artículo y ellos lo restituyen a su manera.
Se me ocurre... un besote para todos, para los firmantes y para los "odiosos".
Ah, y si me admitís me animo a escribir cosas sobre el odio y otros temas que se me ocurren. ciaaaoooooooo

sebas dijo...

Además,la única entrada del blog que ha conseguido movilizar las contestaciones y crear polémica ha sido la de los "odiosos", por algo será...

David dijo...

Hola.

Se le está dando más importancia a las quejas de un alumno disgustado con las lecturas griegas de la profesora Oñate, que al manifiesto de apoyo al M-15, lo cual debería ser lo relevante en el Blog.

Por mi parte, apoyo ambas cosas: la lectura griega de los presocráticos hasta Aristóteles, y por otro lado, lo que expresa el manifiesto en relación al 15M.

No es contradictorio votar a uno u otro partido político, y a la vez criticar no sólo el bipartidismo sino el modelo de representación político mismo. Es la única opción que tiene la izquierda que rechaza barbarizarse por la mediación o recurso a la violencia. En todo caso, hablaríamos de la contradicción de la inteligencia: de hacer cambiar al sistema haciéndolo girar desde el sistema mismo, sin renunciar a ello mismo desde el apoyo a movimientos como el 15M.

Excluir una posibilidad por la otra es lo propio de quien piensa abstractamente.

Y piensa abstractamente quien critica un manifiesto del 15M criticando las lecturas griegas de los griegos, o viceversa (como aquella vieja verdulera, la de los huevos podridos)Ibid:

http://www.estudioshegelianos.org/obras/Hegel-Quien_piensa_abstractamente.pdf

Saludos desde Cádiz, ;)

Ismael dijo...

Bueno, como la alegría tiene también su sustrato pasional, no me voy a tomar la molestia de razonar demasiado. Sirva esto de justificación para lo que voy a decir:

"Es cierto que me costó seguir las clases de Teresa Oñate, pero las seguí, como cuesta entender tantas cosas en la vida y aún sí las sigues e incluso las persigues. Este es el caso, por ejemplo, del amor, que tiene, por cierto, mucho que ver con la filosofía. Si no hay amor, querido Anónimo, no hay filosofía. Recuerdo una entrevista con Teresa Oñate, fue un 13 de diciembre de 2007, creo. Me cambió la vida. Empecé a entender lo que durante tres o cuatro años no entendí en sus clases, y aún así hoy en día puedo decir que lo intuyo, más que lo sé. No digo que no fuera mérito mío también llegar a esa intuición, pero no puedo dejar de agradecer que gente como Teresa o como Amanda, ayuden mucho en el camino de intuir eso que está más allá de lo material pero que al mismo tiempo aflora en momentos de nuestras vidas cotidianas.

Al final, siempre se vuelve al amor y se habla de él de múltiples maneras y en múltiples lugares.

Salud y alegría para Anónimo y compañía

Ismael

sebas dijo...

No me resisto a transcribir la tesis VI de Benjamin en su libro "Sobre el concepto de historia", a pesar de que es sobradamente conocida, pero...


"Articular históricamente el pasado no significa conocerlo “tal como fue en concreto”, sino más bien adueñarse de un recuerdo semejante al que brilla en un instante de peligro. Corresponde al materialismo histórico retener con firmeza una imagen del pasado tal como ésta se impone, de improviso, al sujeto histórico en el momento del peligro. El peligro amenaza tanto la existencia de la tradición como a quienes la reciben. Para una y para otros consiste en entregarlos como instrumentos a la clase dominante. En cada época es preciso intentar arrancar nuevamente la tradición al conformismo que quiere apoderarse de ella. El Mesías no viene sólo como redentor, viene también como vencedor del Anticristo. El don de atizar para el pasado la chispa de la esperanza sólo toca en suerte al historiógrafo perfectamente convencido de que, si el enemigo triunfa, ni siquiera los muertos estarán seguros. Y ese enemigo no ha cesado de triunfar."

Anónimo dijo...

Me temo que el fondo de este texto, de este mensaje, queda empañado y puesto en duda por su forma. Quiero reconocerme en él, pero me cuesta mucho trabajo.
Me cuesta mucho debido a la falta de credibilidad intelectual que le imprime el hecho de encontrar en él faltas de corrección ligüística tan clamorosas como "a todas y todos", "todxs", lxs intelectuales", etc.
El mensaje pierde mucha de su eficacia por esos detalles, por esa falta de rigor, por ese desprecio a quienes estudian desde un punto de vista científico un campo en concreto: la lingüística en este caso. ¿Adónde va una tendencia social que se pasa por el arco el criterio de sus sabios?
Y digo esto desde adentro, como autocrítica constructiva, como invitación a la reflexión.
Un saludo a todos.

Amanda dijo...

Sólo me queda poner un cuento. Preciosa serie que se coló en nuestra televisión y nos (de)formó un poco antes de la censura y el control. Todavía la tele podía criticar. Alba Rico en acción televisiva...Ojalá no maten a la tele-UNED ni a ningún programa ni trabajador o trabajadora (hablando de géneros taxionomizados al infinito)por hacer alguna crítica o saltarnos alguna censura.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/archivo-la-bola-de-cristal/bola-cristal-electroduendes-academico/610204/

Por cierto, el link (o enlace, para castellanizar, porque los anglicismos tampoco son buenos aunque la Real Academia de la Lengua los acepte)de la injusticia televisiva, aquí abajo:

http://www.diagonalperiodico.net/La-UNED-castiga-a-una-trabajadora.html

http://cntuned.blogspot.com/2012/01/sancion-la-companera-tania.html

Anónimo dijo...

A vueltas con la corrección del lenguaje, debo felicitar a las autoras del testo por haber cosechado el malestar de nuestro anónimo que expresa su queja por el "desprecio" que se manifiesta hacia el criterio lingüístico de los "sabios". La causa de este malestar es intencionada, porque el uso de la x expresa una posición política feminista que pretende subvertir las relaciones de dominación patriarcales que subyacen a la estructura del lenguaje. El lenguaje no es inocente, es producto de una convención social, y la normatividad que establece la Academia no es palabra de santo, como en el hecho de que, por ejemplo, la sodomía siga figurando, junto al abuso sexual cometido contra niños, como una de las acepciones posibles de la palabra pederastia. Si vamos a hablar de sensaciones de desprecio, es conveniente poner sobre la mesa la sensación de asco y respugnancia que me produce que por el hecho de que a alguien, como es mi caso, le plazca que le den por el culo, sea comparado desde el "punto de vista científico" de los homófobos de la RAE con un maldito abusador de niños. Sentirnos mal ante las acciones feministas de reapropiación del lenguaje es un síntoma de que estas acciones cumplen su función. Y si a alguien le pica, debería aprovechar esta sensación para intentar empatizar con la frustración que durante siglos han sentido las mujeres que han sido sistemáticamente invisibilizadas por el uso del lenguaje. ¡Abajo los vejestorios de la RAE! ¡Viva la X! O como dijo el Divino Marqués: un esfuerzo más si queréis ser republicanxs.

Anónimo dijo...

Estimado compañero anónimo, siento que mi mensaje haya invitado no a la reflexión, como pretendía, sino que haya excitado tu sectarismo.
Por ello y con un sincero propósito de enmienda, corrijo y reescribo mi primer mensaje para evitar herir fundamentalismos ni extremismos; ahí va:
Me temo y me tema que el fondo y la fonda de este texto y de esta texta, de este mensaje y de esta mensaja, queda empañado y empañada y puesto y puesta en duda y en dudo por su forma y su formo. Quiero y quiera reconocerme en él y en ella, pero y pera me cuesta y me cuesto mucho y mucha trabajo y trabaja.
Me cuesta y cuesto mucho y mucha debido y debida a la falta y el falto de credibilidad intelectual e intelectuala que le imprime el hecho y la hecha de encontrar en él y en ella faltas y faltos de corrección ligüística y lingüístico tan clamorosas y clamorosos como "a todas y todos", "todxs", lxs intelectuales", etc.
Un saludo y una saluda.

Anónimo dijo...

Estimadx anónimx lingüista/lingüisto: dado su sentido del humor, mi invitación no es a la reflexión que, como se está viendo en este ir y venir de respuestas anónimas/anónimos, termina siendo un plomazo, desde un punto de vista científico y acientifico también. Casi mejor, le invito a unos vinos con el Faro Crítico y entre todos todas todxs seguir dando vueltas al lenguaje y a la lengua.

Anónimo dijo...

Querida lectora:
Considero que por completo tienes razón, es importante que volvamos a escribir con corrección ortográfica y gramatical sin dejar de olvidar, por ello, la crítica al patriarcado machista (que deduzco por lo que escribes, no percibes como sectario); de tal modo que, a partir de ahora, al menos en mi humilde individualidad, invertiré las hegemonías sexistas en favor del género que siempre se ha visto reducido a segundo plano. Dicho esto en otras palabras: escribiré directamente en femenino. Sintonizo tanto con lo que tú misma dices y como me resulta hasta dramático que por un problema de corrección ortográfica no puedas sintonizar con los planteamientos filosóficos expuestos por Amanda, que te propongo esta posible solución a la aporía que planteas. Quizá así -sin deterioro alguno de la ortografía- tú misma puedas comprender qué hay detrás de todo esto del género. Y es que, que una estudiante de lingüística como tú, tan competente en sus estudios sea incapaz de percibir qué hay detrás de las “x”, sencillamente es porque ella misma no lo ha vivido… ¿Te atreves a tirarte a esta piscina en detrimento de la “x”? ¿O hay algo en todo esto que te turba, querida?
Te aseguro que juntas podemos aprender cosas maravillosas…
Un abrazo,
Antonia

Anónimo dijo...

Ante todo mis disculpas a los autores del artículo por desviar en cierta medida la atención del asunto del mismo.
Por otro lado, estimada Antonia, lo que me parecería ideal es que no se llevase la idea del machismo hasta extremos demasiado lejanos. Sí está probada la sonrojante desigualdad entre el hombre y la mujer en muchísimos ámbitos de la sociedad, incluso estadísticamente; pero no lo está el machismo en la lengua, permíteme que lo afirme pese a que incomode. No faltan los lingüistas y filósofos (es más, abundan, son inmensa mayoría) que atribuyen lo del masculino como término no marcado a otros motivos, como por ejemplo a la economía en el lenguaje.
No es incompatible el logro de la igualdad entre sexos con dejar en paz la cuestión del género gramatical, con dejar en paz a un edificio cultural construido durante tanto tiempo, de tanta importancia y tan eficaz para todos como es nuestra lengua. Es decir, tiene muy poco que ver el sexo con el género, que es aplicable tan solo a las palabras.
Hace falta tener una mentalidad extremadamente condicionada (vosotros diréis sensibilizada, vale, lo acepto) para ver en la referencia a “todos” una exclusión de las mujeres, para atribuir a una inofensiva vocal “o” atributos masculinos e incluso de repugnante dominación machista. Le hacemos un muy flaco favor a ese maravilloso instrumento que es nuestra lengua, de verdad, si le atribuimos tan perversas intenciones.
Me pregunto cómo los que en el pasado supuestamente establecieron la preponderancia de esa “o” maldita sobre la pobre “a” pudieron a la vez permitir que conceptos y campos semánticos como los de la verdad, la justicia, la misma humanidad, la lluvia, la felicidad, las ideas, la naturaleza, etc. fuesen siempre precedidos por el género gramatical femenino. Alguien arriba habla de las categorías en las que nuestra mente ordena, a través de la lengua, las parcelas percibidas de la realidad. Pues bien, para la inmensa mayoría de las personas en los últimos quinientos años el sintagma “todos los de esta plaza” establece un orden en sus mentes según el cual están mencionados con él, con toda naturalidad, tanto los hombres como las mujeres, sin ningún problema. En ese contexto la “o” deja de funcionar como morfema de género y pasa a desdoblarse, por así decirlo, pasa a ser tan femenino como la “a”, sin ningún problema. Nadie nunca vio excluidas a las mujeres con esta referencia. Hasta hoy. Hoy pretendemos ir “más allá”, pretendemos obviar lo que opinan los que de verdad saben de esto (que por cierto no dictan normas, sino que analizan y explican lo que hay y por qué lo hay, sin más) y aplicar criterios de corrección política a todo, la corrección política por encima de todo, aunque esté sustentada en equívocos y parcialidades, tabla rasa; arriba la corrección política, abajo el humanismo. Porque esta no me parece una cuestión de Política, de la Política con mayúscula que se codea con la Filosofía y la Antropología, sino de corrección política, que es muy distinto y algo más terrenal, por así decirlo. El debate y la lucha por la igualdad entre sexos sí pertenece a esta Política, creo, pero la cuestión de raptar a la lengua y arrojarla en medio de un campo de batalla que ni le va ni le viene ya se me antoja más próximo a la política de bajos vuelos, a la de la apariencia, a la de la brocha gorda y la lucha por el poder, a la que se ve todos los días en los telediarios y en los debates de periodistas “secasidetodo”.
La lengua es un edificio bellísimo y a la vez vulnerable. Si cada persona, cada colectivo pretende en cualquier momento usarlo según su voluntad adelante, pero acabará por resultar inservible, acabaremos por no entendernos. En el pasado se construyeron catedrales empleando muchísimo dinero que bien pudiera ser destinado a los muchos necesitados en cada época; ¿debemos por ello derribar esas catedrales o desmochar sus campanarios? (sirva este ejemplo si se diese por bueno que efectivamente el machismo modeló la lengua, lo cual, insisto, es perfectamente dudoso).
Disculpas por la perorata.

Anónimo dijo...

Por cierto, y ya para acabar, si me lo permitís:
Creo notar en algún mensaje cierta tentación a encuadrar mis comentarios en cierta tendencia anti feminista e incluso machista. Por si acaso quisiera detallar, por si pudiese venir a cuento, que no es el caso. Creo firmemente en la acción en pro de la igualdad. Desde mi humilde rincón incluso me atrevo a considerarme de izquierdas, entusiasmado del 15M e incluso enamorado de la alterglobalización.
Pero como tal me parece un error de parte de la izquierda de hoy dañar así la lengua como si esta fuese algo de lo que hay que defenderse, como si fuese la enemiga; me parece un error minusvalorar así ese monumento de nuestra cultura, y por tanto de nuestro ser tanto social como individual.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Siento tener que salir con una respuesta tan queer, pero hasta el día en que una travesti no sea presidenta de España –aunque no nos representen- el tema del género no está ganado… En lo que tú mismx has escrito has olvidado infinidad de colectivos: gays, lesbis, trans, hermafroditas y sus variantes. Y llamar a alguien por un género por el que no quiere ser llamado, no sabes la de traumas que puede llegar a acarrear. No te digo en la madurez, que al final a todo se acostumbra unx, pero en la adolescencia hay gente que lo llega a pasar fatal –y sino, los índices de suicidios de adolescentxs homosexualxs que llegábamos a tener-. Gracias a la sensibilización en la cuestión de género, ahora puedes ver a chavalxs de 15 de la mano. ¿Ha ido en detrimento del lenguaje? Pues no sé, pero que yo prefiero que cada cual sea plenamente lo que es y que no se sienta condicionadx por una tradición –por más bella que sea la escritura–; eso sí que me parece esencial. Y otra cosa, que por el mero hecho de que tengas un determinado físico ya se te asocien determinados gustos sexuales, que tengas que compartir con sonrisitas de complicidad los chistes verdes, porque está mal visto que digas que ni te van ni te vienen, ahí queda muchísimo por hacer. De modo que como yo desconozco por completo los entresijos de identidad sexual de cada cual, la “x” permite que cada cual la adapte al gusto que le cante. Disculpa si antes te he podido ofender, pero me parece también importante ponerse en la piel de ciertas minorías para entender la cuestión de género.
Saludos,
Antonio.

Amanda dijo...

Juguemos a las perogrulladas!!! La verdad es que las cosas son bastante evidentes pero la gente se ciega con tonterías y así no vamos a ninguna parte. Mientras no nos agrupemos y articulemos para generar otras posibilidades de vida, lo llevamos claro.

Claro que Teresa Oñate realiza actividades financiadas por los bancos!! Os recuerdo que es profesora, que las universidades tienen un convenio con el banco Santander y que el sueldo se paga desde allí. Vamos, que básicamente su actividad pasa por un banco.

Yo misma: Amanda, he tenido dos becas de cajamadrid y una del ministerio (por supuesto, el banco santander detrás.

A Carlos Fernández Liria, gran maestro y amigo...por desgracia, también le paga el santander...hay becas de la caixa, de fundaciones varias, premios de arte, etc. y, vamos, todo el mundo que conozco tiene relaciones oscuras con un banco, o dos o tres.

Así que dejémonos de perogrulladas y pongámonos a pensar y a hacer para que ningunx de nosotrxs tengamos que tener relaciones con los bancos!! (a mi, al menos no me hacen nada feliz, pero no voy de "pura" por la vida porque eso ni existe, ni es deseable ya que impide lo que es importante: cambiar las cosas. Sólo las deja igual en un círculo vicioso de insultos y demás hasta que se ve que nadie tiene "pureza" para hacer nada...

Así que "impuros del mundo, ¿nos unimos?"

Besitos

Anónimo dijo...

En mi centro asociado unas compañeras me han comentado que una de las firmantes de este manifiesto, Teresa Oñate, realiza actividades financiadas por un banco (entre nosotros esta notica se ha extendido como la pólvora y ha sentado como un tiro). Los bancos, lo sabemos todos, no sólo estan en el origen de la crisis antisocial que padecemos: día a día se aprovechan de ella (desalojos, etc.). Pero esto poco le importa a la adalid de la izquierda alternativa. Un desgraciado y sintomático caso de corrupción, de venderse al mejor postor sin escrúpulo alguno. Ya lo avisaban algunos mensajes de este foro: aquí algo olía a podrido. El 15M no necesita a gentuza de esta calaña que por un lado a coste cero denuncia al Capital y por oto recibe un dinero robado a la clase trabajadora. ¿Alguien tiene más información sobre esto? Es importante que se sepa. Hace años un profesor de la complu, Carlos Fdez Liria, fue vetado por un banco –por la red podéis buscar información sobre esto- pero claro, este sí es de izquierdas. Qué asco todo. Autogestión, a la banca ni agua. Y ahora todxs a las calles. Salud y república.