martes, 15 de marzo de 2011

LA OBLIGACIÓN DEL SER FELIZ

por FKastro - "El Faro Crítico"

Obligado a ser felizSiempre habéis sabido que en vuestro ADN coloqué un mandato: Estáis obligados a ser felices.

Para ello, pensasteis que la eucaristía se encontraba en una muralla de barro cocido, en promontorios de adosados de arcilla cocinada, en esos tabiques, ladrillos, puertas y ventanas, en un espacio donde construir el mandato: Sé feliz... y el proyecto os descubrió como colonizadores. Como conquistadores del barro, como pobladores del fango de viviendas que se derriten velozmente con el soplo de una crisis.


Demasiado rápido para vuestras pupilas calidoscópicas, hipnotizadas por ese primer mandamiento, el precepto que os llevará a ser embaucados por ladrillos y tahúres: En la salvación de la felicidad vale todo.


¿Coartada?. La felicidad, claro, pero una felicidad que funciona. Un utilitarismo sin finalidad, que esconde un reverso: El sometimiento a la práctica de un sistema dominante y represivo de cartas marcadas.


El camino al Ser feliz ya viene trazado: Codicia, tecnología, química. ¡Ah, perdón!: Felicidad, funcionalidad, espacio....Y como el itinerario de un viaje, peregrináis como colegiales eternos de mirada simétrica en los límites de una enfermedad oculta.


La heroicidad roza la imbecilidad y la realidad se hace caricatura, tanta, como la técnica que domina vuestros refugios de arcilla cocida. Aparatos electrónicos que cumplen la máxima del relleno continuo. Ni un espacio vacío. Completad todo, hasta la última cavidad.


Recordad que lo diáfano es el vértigo de los síntomas. Cread un catálogo, un escaparate, una panoplia que os ayude a ser otros, que os obligue a ser felices.


Saturaros por el detalle, por las referencias, no por el autor. Por la curiosidad, no por la pasión. Esculpíd vuestras sonrisas en el rostro, someteros a una dictadura en el que las relaciones profilácticas, el buenrollismo, lo confundáis con civismo.


Vuestras prevenciones, vuestra higiene, abandonan la caricatura para ejercer el terrorismo del eso no se toca, no se dice, no se hace. Siempre lo único. Y es ahí, en la semejanza de formas diplomáticas, en la igualdad de carcajadas huecas, donde os constituís en sociabilidad. Relaciones espontáneas, comunicaciones fugaces, correspondencias que sean siempre atajos, para salvaguardar el tiempo libre. Falso espacio virgen, el lugar amañado en el que simuláis. En el que una y otra vez intentáis repoblar lo cronometrado, lo tasado, lo comprado. Día tras día, año a año.
En cada uno de vuestros pasos cordiales en el tiempo libre, os hacéis productores-consumidores-esclavos.


Ese tiempo libre es servidumbre: Tenéis que comprarlo para ganarlo. Hay que hacerlo valer para no perderlo, es fuerza productiva. El camino ya nació marcado: Mejora tu tienda on-line.
Falsa victoria que os impone ser creadores de contenidos nuevos, en señas que os reconozcan de otra manera (siempre vacías, siempre falsamente funcionales) y así no ser sólo bebés, consumidores, trabajadores. ¿Tiempo libre?. Sí, con franjas horarias y con la obligatoriedad de ser feliz, o simplemente ser. Y en ese tiempo ocioso y esclavista, os convertís en prisioneros.
Si no seguís el ritmo os quedáis fuera. Si lo respaldáis, enfermáis.


Cuando consumís antibióticos en los inexistentes valores relaciones de objetos adquiridos en caja, descubrís la mentira. Pero mantenéis el tipo, el civismo de antes. Esos objetos que conquistan el espacio son estrategias del deseo, vaciedades instantáneas de veneno invisible, pero siempre tóxico.


De inmediato, ante la falla que descubrís, os autoevaluáis para volver a ser novedades, y sin daros cuenta, en ese continuo intento de mejora os hacéis más frágiles, tenues, quebradizos La reflexión o la erudición, quizás os convertiría en titanes, en resistencia sin metal, pero todo eso no forma parte de lo instantáneo. No es un atajo. No sirve.


Puede haber en esa inspección interior, en ese reconocerse de continuo, un atisbo de NO, un regazo golpista.. Pero la negatividad es censurada, categorizada y aislada en tedio o sobreesfuerzo, en enemigos de lo efímero, de lo instantáneo. El NO es despedazado para aumentar la vergüenza, para alargar los síntomas.


Corréis, entonces, hacia la técnica, repitiéndoos el mantra: “Tiene que funcionar, tiene que funcionar”, aunque a vuestro ya pésimo diagnóstico se le una ahora el doping, el stress. Más fatiga.


Colócate, ponte en forma, sustráete a lo externo, protégete en lo interno. Hazte valer. Proyéctate... ¿Dónde?. Si ya está todo colonizado, y, ¿por qué conservarse tanto?, ¿por qué cuidaros tanto entre vosotros?. Sólo se cuida quien está enfermo.
El veneno del cuidado.... ¡Os saturáis para estabilizaros!.


Ya no es apetito ni necesidad. Es competencia, son consideraciones técnicas y económicas, que categorizan para neutralizar. Que incrustan la realidad no caricaturesca, dolorosa, real, en proporciones lejanas o reducidas. La Abundancia, Mito, Uno, enormidad del monstruo, aplasta las dosis homeopáticas de la izquierda, las rocía de contradicciones adheridas: Sindicalistas de derechas, antiabortistas a favor de la pena de muerte, etc.


Es tan sencillo emanciparos para poder explotaros.


Os concedemos vuestras luchas de liberación. Tenemos un catálogo, vosotros también. Tenéis un inconsciente, nosotros también. ¿Liberación sexual?. Sex-Shop. ¿Ecologismo?. ONG. ¿Acaso creéis que el tiempo libre no es suficiente buldózer ideológico contra vuestras quejas?. Vuestras manifestaciones callejeras son productores-consumidores en el tiempo libre. Vuestra manifestaciones multitudinarias son ocio, antibióticos, anestésicos.


Ocuparos del ser feliz. Sabéis que es una obligación.


¿Y el estar?


Dejad al estado del Bien-estar. Padre, madre, que nos quitaron algo para volver a dárnoslo. Educación pensiones, redes infinitas de transporte inútil... ¡Ay, si siempre ha sido vuestro!. Siempre os perteneció, pero os lo quitamos para volver a dároslo... ¿O es que pensasteis que un sirviente podía ser amo?.


Adversarios. No neutrales.


Afirmemos lo Imposible.

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