domingo, 13 de octubre de 2013

SOBRE UN POSIBLE AUGE DEL FASCISMO EN NUESTRO PAÍS

por Batto – El Faro Crítico

El otro día, un amigo me preguntaba si creía posible un auge del fascismo en España.

Mi respuesta fue 'sí', por las siguientes razones:

1- Históricamente, en tiempos de crisis el auge de los sentimientos nacionalistas y la búsqueda de un enemigo externo hacia el que canalizar la rabia han sido una constante. No hay motivo para pensar que no sea así en la crisis actual.

2- El nacionalismo apela al discurso emocional, la pertenencia y el orgullo de ser 'algo' cuando se va tambaleando lo demás. El auge del nacionalismo catalán trata de ser canalizado por CIU en esta misma línea. El auge de los nacionalismos periféricos tendrá como respuesta el auge del nacionalismo centralizado, históricamente asociado al franquismo.

3- Es seguro un aumento de la conflictividad social, a medida que la desesperación aumente y la gente vea que las alternativas legales o pacíficas no obtienen respuesta. Ejemplo: l@s desahuciad@s tratan de parar desahucios por las vías legales, no pueden con muchos. Hacen la ILP, se la tumba. Ocupan edificios, quieren desalojarlos. Cada acción tiene su reacción.

4- Cuando el modelo político dominante está fuertemente deslegitimado, se empiezan a buscar alternativas radicales. Esto implica desde alternativas sumamente positivas hasta aberraciones inimaginables. Los extremismos, sobretodo entre la juventud, ofrecen 'alternativas' muy atractivas.

5- El discurso nacionalista y conservador, frente a las corrientes de izquierdas, es emocional. No apela a un análisis científico de la economía o a la deconstrucción de nuestros valores o al cambio de hábitos. Apela a 'lo que ha sido siempre', a las costumbres y tradiciones, a lo que se conoce, a lo que ni siquiera se ha puesto en cuestión. Enfoca el enemigo en lo que desconocido y “temible”, no en lo que nos es familiar.

6- El discurso nacionalista y conservador, frente a las corrientes de izquierda revolucionaria, es interclasista. Si se polariza el mapa político, las élites financieras siempre apoyarán antes a un movimiento fascista que a un movimiento libertario.

7- Los procesos sociales pueden ser mínimamente predecibles. No se puede saber qué pasará, pero sí una línea general de acontecimientos. Mirando a Italia y Grecia podemos ver premociones de nuestro futuro cercano. Escenarios como los puzzles políticos tras las elecciones italianas o griegas o un gobierno tecnócrata no elegido son opciones perfectamente factibles para España, con las consecuencias sociales y tensiones políticas que eso acarrea.

8- En Grecia el partido neo-nazi Amanecer Dorado tiene ya 18 diputados en el congreso. Este mismo partido ha venido a España a explicar su experiencia a grupos de extrema derecha.

9- En España, los votos de la extrema derecha suelen estar canalizados por el PP, pero este partido pierde legitimada a una velocidad abrumadora. Es cuestión de tiempo que est@s votantes también busquen alternativas.

10- España tiene un problema de construcción nacional aplastante, que hace que haya una polarización social y un conflicto visceral por cuestiones que, en otros países, suelen ser garantes de cohesión social: la bandera, las fiestas nacionales, los héroes históricos, los valores nacionales, etc.

11- En España, a la persona humilde pero conservadora le va a ser muy difícil identificarse con los movimientos de izquierdas. Si bien en movimientos como la PAH podemos encontrar de todo, la realidad es que en España discurso izquierdista y tradiciones y sentimientos nacionales han ido, históricamente, por rumbos opuestos. Si ya es difícil convencer de la necesidad de cambios políticos y económicos, realidades como la tauromaquia, la Iglesia católica, el aborto, el nacionalismo periférico, la inmigración, la bandera rojigualda o tricolor, etc., pueden crear un abismo de hostilidad entre dos personas con la misma voluntad de cambio social en lo referente a derechos laborales, sanidad, etc.

12- Cualquier persona católica, nacionalista, tradicionalista pero de clase obrera, desencantada con el PP, puede encontrar un discurso atractivo a mayor escala en UPD o, en muchos otros casos, en los diversos partidos neo-fascistas que se presentarán como la alternativa “ni de izquierdas ni de derechas”, sino “con lo mejor de ambas”.

13- Estos mismos partidos se están organizando en un frente único, llamado “la España en Marcha”, y poco a poco van asomándose por diferentes manifestaciones o eventos. (Recuérdese la reciente agresión a la librería catalana Blanquerna el día de la Diada en Madrid).

14- Si bien existen dos partidos fascistas que rechazan las actitudes xenófobas y el racismo (FE de las JONS y Falange Auténtica), pueden ser fácilmente arrollados por su homónimo más reaccionario: La Falange, con un discurso mucho más visceral y en colaboración con otros grupos de extrema derecha.

15- Los mass media llevan tiempo preparando el escenario para un auge del nacionalismo y campañas de fomento del odio. Basta ver las portadas de El Mundo, ABC o La Razón para ver esta tendencia con claridad.

16- Los eventos deportivos han conseguido canalizar de nuevo el “orgullo” de ser español. No deja de ser curioso que cuanto peor está el país, más banderas españolas se ven en los balcones.

17- La “lucha” por un Gibraltar español ha demostrado una eficacia pasmosa para desviar la discusión de una situación social insostenible a un debate de tinte puramente nacionalista y  patriotero

18- En España, además, existe una asombrosa tolerancia al fascismo: Se rechaza en buena parte de la población las banderas republicanas; no quiere hablarse de responsabilidades en la dictadura; se justifica el golpe de Estado; “Paracuellos” resuena en todas las tertulias y medios más que los cientos de miles de víctimas de la posguerra; el PP, partido que ha tenido varias mayorías absolutas, jamás ha condenado el franquismo; ex-ministros franquistas han sido enterrados con honores; se lleva a juicio a quien quiere investigar los crímenes del franquismo; y, para colmo, diversos dirigentes de las Nuevas Generaciones del PP han aparecido con banderas franquistas y levantando el brazo sin que a casi nadie parezca importarle demasiado.

Por todo esto, considero que es perfectamente posible un auge de los movimientos fascistas en España. Sin embargo, hay dos cosas que no debemos olvidar.

Primero, que la mayor deriva hacia tendencias neo-fascistas no vendrá de la calle, sino que ya se está realizando en todas las instituciones del capital internacional, que en plena crisis sistémica, ecológica y de los combustibles fósiles, deriva desde hace años hacia la militarización, control social y desmantelamiento de la poca democracia que había, incluso en los países que pretendía mostrar como “ejemplo” para el mundo.

Segundo, la toma de fuerza del fascismo depende, sobretodo, de nosotr@s. De momento, y por suerte, los movimientos sociales de este país son de tendencia izquierdista o libertaria, y están realizando una fascinante labor no sólo de lucha y resistencia, sino de dinamización social y canalización de la rabia hacia actividades constructivas y la consecución de alternativas populares. La PAH es, sin duda, el mejor ejemplo.

De nuestra habilidad para incluir diferentes sensibilidades, movilizarnos, construir alternativas reales (y no sólo proclamas y manifestaciones) y defendernos ideológica y físicamente ante los ataques, dependerá la fuerza que pueda tomar ese neo-fascismo.

El fascismo avanza si no se le combate.


¡SÍ SE PUEDE!