miércoles, 23 de marzo de 2011

¡Deslocalizados de todos los no-lugares, uníos!

por Amanda Nuñez y Marisa Perez - "El Faro Crítico"

Planteamiento

Queremos plantear el tema de nuestra intervención acerca de la “Ausencia de un sujeto político” con una pregunta: ¿podemos pensar un sujeto político sin un lugar, sin un espacio donde habitar, sin tierra, si agua y sin aire?

Creemos que esta pregunta ha servido de mucho en las luchas anteriores pero que, debido a la inflación de sujetos creada por el capital, parece que queda borrada para plantear otra más radical y que debemos construir: ¿No será que, en realidad, de lo que carecemos es de un lugar político?, o quizá, ¿carecemos absolutamente de lugar?

Pensamos que no sólo debemos construir la pregunta sino que, a la par que la construimos y somos conscientes de aquello que cada vez tenemos menos, debemos construir lugares.

Nuestra pregunta se remonta a las condiciones reales que vivimos (no “en” que vivimos):

No debemos olvidar que el Capitalismo ha pasado de sus formas de agotamiento del tiempo (la industria que robaba el tiempo incluso de la infancia, las camas calientes, etc.) a una globalización o mundialización radical. La mundialización ha conseguido fluidificar y extender las formas del capital más ferozmente que en otras ocasiones por una razón: porque ha ocupado el planeta. Es decir, porque ha ocupado todo lo que antes eran lugares y lo han convertido todo en un no lugar, en el mero fluir de la mercancía por un espacio abstracto que es el mercado mundial.

Si ya Marx decía en El Capital que el mercado nacía en las fronteras de las comunidades y que ello hacía que, internamente, ese fenómeno también se diera dentro de las comunidades (p. 107 edición SXXI), ¿no habrá ocurrido que las comunidades se han deshecho? Y la prueba es la apelación a “La sociedad” constantemente y no a las “Comunidades”. De este modo, incluso el multiculturalismo se encuentra con el grave problema de encontrar derechos de comunidades y culturas diferentes cuándo sólo ha pensado en individuos-sujetos de consumo aislados y unidos yuxtapuestamente en una sociedad mundial con una sólo televisión devoradora no sólo de tiempo, sino también de cualquier lugar que no sea el enfrente de sus rayos catódigo-digitales…o, en todo caso, en Estados-Nación homogeneizados por todo el universo como garantía tan sólo del Mercado y las propiedades privadas.


Parte Crítica
De este fenómeno tenemos muchos ejemplos.

1. Las empresas pueden cambiar de localización velozmente dejándonos sin ni siquiera derecho a huelga, pues si se amenaza con una falta o exceso de producción la empresa, simplemente, se va del lugar. Antes lxs deslocalizadxs eran lxs proletarixs, ahora son ambxs.

2. La inmigración creciente deslocaliza a lxs trabajadores pero no les da un nuevo lugar parar vivir mientras sus países cambian de paisaje a una velocidad tan atroz que ya ni siquiera parece que podamos volver donde están nuestros antepasados. Incluso la inmigración ya no se da tanto en la forma de ir de un lugar a otro sino en tener que viajar constantemente en busca de las empresas y fábricas que cambian también constantemente de lugar. Todo ello sin olvidar los no-lugares (con la cara más o menos maquillada) donde se suelen estancar aquellxs que ya sin lugar no caben en las tierras de llegada: nueva versión de las fronteras.

3. Pero no sólo la inmigración laboral. Tanto en empresas como en la Academia y los Ministerios se ha tomado un tono de “movilidad” muy peligroso. Por ello, cualquier preparación significa no poder construir nada en ningún lugar. Significa no estudiar ni prepararse en ningún oficio sino viajar y tener movilidad disponible. Un constante ir y venir en becas, congresos y turismos para que no se pueda hacer nada distinto que recibir mensajes de control de las compañías telefónicas cada vez que se llega a un lugar nuevo del que habrá que partir inmediatamente…quizá por ello los anuncios de automóviles dan esa doble cara: hay que viajar constantemente y el único lugar que se tendrá es el coche. O quizá por ello la arquitectura fluida y llamada últimamente “postmoderna” sólo crea cubículos como “la chica nómada de Tokio” de Toyo Ito (http://www.arqhys.com/articulos/moderno-arquitecto.html) de movilidad absoluta los cuáles sólo poseen una cama, una televisión (ya mejor un i-phone que te permite llagar a la “información y el ocio” sin tener que estar sentado frente a la pantalla de la tv o del ordenador) y una papelera.

4. A ello se une la cuestión del urbanismo imposible que sólo genera lugares donde no es posible la reunión (pues son los centros comerciales y allí todo es un flujo continuo de estímulos y “ocios” que impiden el ocio de la política o el de simplemente hablar), donde se da un agotamiento en los transportes que atraviesan las nadas entre ciudades sin ágora ni plaza pública y urbanizaciones gigantes atomizadas en pequeños cubículos sin mancomunidad ninguna…(y todo lo que dice José Luis). No lugares donde no habitar que nos abocan a las redes “virtuales” donde se habita en el no-lugar permanente.

5. Pero no sólo se trata de los espacios físicos concretos. Si el problema actual es la ecología, se debe precisamente a que la mundialización ha conseguido eliminar todo lugar…y, por supuesto, como ya dice Marx en el Capital: han puesto precio a aquello que no tiene ni valor, es decir, a la tierra misma. Pero ya no sólo a la tierra en forma de fronteras y propiedades privadas, sino al aire, al agua, a los árboles, a las ondas, al magnetismo. Todo controlado, ocupado y anulado en la esterilización aséptica y homogenaizante de cada lugar. Hasta que la tierra entera no sea más que un gran aeropuerto, igual en todas partes del mundo.

6. Aunque tampoco se trata de los espacios sólo físicos, también en los simbólicos. ¿Qué lugar tienen aquellxs despedidxs anticipadamente que están inutilizados para trabajar por exceso de edad pero no llegan a la franja de jubilación?, ¿y lxs eternamente jóvenes que no podemos ni trabajar, ni ser mayores pero tampoco ser niñxs y tenemos que estar en el duro estado fluido y cambiante de la adolescencia deslocalizada en busca de empresas siempre móviles que expulsan a gente y no toman a nadie?; pero ¿Qué pasa incluso con lxs jubiladxs? Ellxs tampoco tienen lugar desde hace mucho…y ahora ya no saben ni a qué edad podrán hacerlo, ¿y lxs ancianxs, lxs niñxs sin parques encerrados cual propiedad privada, lxs adolescentes eternos sin bares donde descansar, sin plazas que no estén llenas de policía, los animales, las plantas, etc?, ¿Y lxs propixs trabajadores? Si parecía que trabajar era el único lugar simbólico, tampoco parece serlo en este mundo donde en cualquier momento la empresa se deslocaliza, disminuye, cambia a subcontratas, amenaza despidos baratos, amenaza con que hay que tener movilidad y disponibilidad, etc.

7. ¿Quién tiene lugar? No es baladí que las protestas en Tunez y Egipto y la revolución ya asfixiada fueran por un lugar donde habitar y se hicieran desde las plazas públicas. Posiblemente el capital ya haya ocupado y esterilizado incluso esas propuestas prometiéndoles el lugar abstracto y comunicado al infinito del capital.

8. Pero, ¿Qué tiene lugar? Porque ya ni siquiera la economía está en un banco mundial ni nacional ni nada; es más es el fantasma que no tiene lugar sino que sólo es carencia-deuda ilocalizable.


Parte filosófica

A su vez, este movimiento ya ha sido anunciado múltiples veces. En el Manifiesto Comunista ya nos hablan Marx y Engels de un mercado mundial (frente a la “internacional” o “los pueblos unidos”) y de que si el proletariado se caracteriza por algo no es sólo por no tener nada, sino por no tener lugar. Por ser ya el abstracto creado a imagen y semejanza de los sueños del burgués: sin tiempo pero también sin lugar.

El problema es estético.

Ahora bien, o deseamos volver a un mundo cualitativo donde los lugares están dados de antemano y los linajes de sangre y tierra se refieren a ellos en comunidades cerradas (suena muy nacional-socialista); o intentamos pensar el lugar no desde lo ya constituido sino como aquello tan frágil que si no se construye y cuida a cada vez no es suprimido. (esto tiene que ver con cositas de origen, de contrato social y cantidades intensivas que ampliaremos juntos o expondré cuando no sean las 4 de la mañana y no esté muerta)

Y ya que me ha dado el cansancio sólo apuntar que si tiempo y espacio son categorías aristotélicas y, por lo tanto, hacen un predominio del predicado proposicional, Kant los convierte en a prioris de una subjetividad trascendental. Es decir, (la cosita esta copernicana) son del sujeto (muy burdamente dicho). Aun así, a Kant no se le escapa para nada que, evidentemente, espacio y tiempo son condiciones de la estética y la percepción y no ninguna forma de ellos (es decir, que podemos saber que nos falta lugar porque el espacio es condición y lo mismo con el tiempo). Pero tampoco se le escapa que el espacio es la forma de la exterioridad y que si sólo el tiempo ya construye un sujeto, el espacio lo deshace.

Por ello creo que lo que hay que buscar y construir es el lugar de lo político.

Y creo que ya sigo mañana.

Firmado:
Marisa y Amanda e sus mil chácharas en el breve espacio entre café y café, cigarrillo y cigarrillo.

martes, 15 de marzo de 2011

LA OBLIGACIÓN DEL SER FELIZ

por FKastro - "El Faro Crítico"

Obligado a ser felizSiempre habéis sabido que en vuestro ADN coloqué un mandato: Estáis obligados a ser felices.

Para ello, pensasteis que la eucaristía se encontraba en una muralla de barro cocido, en promontorios de adosados de arcilla cocinada, en esos tabiques, ladrillos, puertas y ventanas, en un espacio donde construir el mandato: Sé feliz... y el proyecto os descubrió como colonizadores. Como conquistadores del barro, como pobladores del fango de viviendas que se derriten velozmente con el soplo de una crisis.


Demasiado rápido para vuestras pupilas calidoscópicas, hipnotizadas por ese primer mandamiento, el precepto que os llevará a ser embaucados por ladrillos y tahúres: En la salvación de la felicidad vale todo.


¿Coartada?. La felicidad, claro, pero una felicidad que funciona. Un utilitarismo sin finalidad, que esconde un reverso: El sometimiento a la práctica de un sistema dominante y represivo de cartas marcadas.


El camino al Ser feliz ya viene trazado: Codicia, tecnología, química. ¡Ah, perdón!: Felicidad, funcionalidad, espacio....Y como el itinerario de un viaje, peregrináis como colegiales eternos de mirada simétrica en los límites de una enfermedad oculta.


La heroicidad roza la imbecilidad y la realidad se hace caricatura, tanta, como la técnica que domina vuestros refugios de arcilla cocida. Aparatos electrónicos que cumplen la máxima del relleno continuo. Ni un espacio vacío. Completad todo, hasta la última cavidad.


Recordad que lo diáfano es el vértigo de los síntomas. Cread un catálogo, un escaparate, una panoplia que os ayude a ser otros, que os obligue a ser felices.


Saturaros por el detalle, por las referencias, no por el autor. Por la curiosidad, no por la pasión. Esculpíd vuestras sonrisas en el rostro, someteros a una dictadura en el que las relaciones profilácticas, el buenrollismo, lo confundáis con civismo.


Vuestras prevenciones, vuestra higiene, abandonan la caricatura para ejercer el terrorismo del eso no se toca, no se dice, no se hace. Siempre lo único. Y es ahí, en la semejanza de formas diplomáticas, en la igualdad de carcajadas huecas, donde os constituís en sociabilidad. Relaciones espontáneas, comunicaciones fugaces, correspondencias que sean siempre atajos, para salvaguardar el tiempo libre. Falso espacio virgen, el lugar amañado en el que simuláis. En el que una y otra vez intentáis repoblar lo cronometrado, lo tasado, lo comprado. Día tras día, año a año.
En cada uno de vuestros pasos cordiales en el tiempo libre, os hacéis productores-consumidores-esclavos.


Ese tiempo libre es servidumbre: Tenéis que comprarlo para ganarlo. Hay que hacerlo valer para no perderlo, es fuerza productiva. El camino ya nació marcado: Mejora tu tienda on-line.
Falsa victoria que os impone ser creadores de contenidos nuevos, en señas que os reconozcan de otra manera (siempre vacías, siempre falsamente funcionales) y así no ser sólo bebés, consumidores, trabajadores. ¿Tiempo libre?. Sí, con franjas horarias y con la obligatoriedad de ser feliz, o simplemente ser. Y en ese tiempo ocioso y esclavista, os convertís en prisioneros.
Si no seguís el ritmo os quedáis fuera. Si lo respaldáis, enfermáis.


Cuando consumís antibióticos en los inexistentes valores relaciones de objetos adquiridos en caja, descubrís la mentira. Pero mantenéis el tipo, el civismo de antes. Esos objetos que conquistan el espacio son estrategias del deseo, vaciedades instantáneas de veneno invisible, pero siempre tóxico.


De inmediato, ante la falla que descubrís, os autoevaluáis para volver a ser novedades, y sin daros cuenta, en ese continuo intento de mejora os hacéis más frágiles, tenues, quebradizos La reflexión o la erudición, quizás os convertiría en titanes, en resistencia sin metal, pero todo eso no forma parte de lo instantáneo. No es un atajo. No sirve.


Puede haber en esa inspección interior, en ese reconocerse de continuo, un atisbo de NO, un regazo golpista.. Pero la negatividad es censurada, categorizada y aislada en tedio o sobreesfuerzo, en enemigos de lo efímero, de lo instantáneo. El NO es despedazado para aumentar la vergüenza, para alargar los síntomas.


Corréis, entonces, hacia la técnica, repitiéndoos el mantra: “Tiene que funcionar, tiene que funcionar”, aunque a vuestro ya pésimo diagnóstico se le una ahora el doping, el stress. Más fatiga.


Colócate, ponte en forma, sustráete a lo externo, protégete en lo interno. Hazte valer. Proyéctate... ¿Dónde?. Si ya está todo colonizado, y, ¿por qué conservarse tanto?, ¿por qué cuidaros tanto entre vosotros?. Sólo se cuida quien está enfermo.
El veneno del cuidado.... ¡Os saturáis para estabilizaros!.


Ya no es apetito ni necesidad. Es competencia, son consideraciones técnicas y económicas, que categorizan para neutralizar. Que incrustan la realidad no caricaturesca, dolorosa, real, en proporciones lejanas o reducidas. La Abundancia, Mito, Uno, enormidad del monstruo, aplasta las dosis homeopáticas de la izquierda, las rocía de contradicciones adheridas: Sindicalistas de derechas, antiabortistas a favor de la pena de muerte, etc.


Es tan sencillo emanciparos para poder explotaros.


Os concedemos vuestras luchas de liberación. Tenemos un catálogo, vosotros también. Tenéis un inconsciente, nosotros también. ¿Liberación sexual?. Sex-Shop. ¿Ecologismo?. ONG. ¿Acaso creéis que el tiempo libre no es suficiente buldózer ideológico contra vuestras quejas?. Vuestras manifestaciones callejeras son productores-consumidores en el tiempo libre. Vuestra manifestaciones multitudinarias son ocio, antibióticos, anestésicos.


Ocuparos del ser feliz. Sabéis que es una obligación.


¿Y el estar?


Dejad al estado del Bien-estar. Padre, madre, que nos quitaron algo para volver a dárnoslo. Educación pensiones, redes infinitas de transporte inútil... ¡Ay, si siempre ha sido vuestro!. Siempre os perteneció, pero os lo quitamos para volver a dároslo... ¿O es que pensasteis que un sirviente podía ser amo?.


Adversarios. No neutrales.


Afirmemos lo Imposible.